sábado, 13 de junio de 2009

Jugando a Ser Docente (v) y (vi)

V.- AUXILIAR DE LABORATORIO

Después de regresar de Alabama, al finalizar el curso de verano, casi de inmediato comenzó mi trabajo de tesis, El Dr. Thomason me había dado muchas opciones, incluso, me invitó a participar en su proyecto de investigación relacionado con la fijación biológica de nitrógeno a través de leguminosas forrajeras, para lo cual me invitó a analizar y comprobar las metodologías que se estaban utilizando.
Desde ese entonces mis horas de trabajo semanales las utilizaría siendo el auxiliar del laboratorio de suelos.

Que enorme compromiso y satisfacción me produjo asumir esa responsabilidad. Hasta ese entonces esa fue la ocasión más cercana de ser un docente formal. De hecho, era yo quien explicaba las prácticas, los procedimientos y asociaba lo que haríamos con los elementos teóricos.

VI.- EN LA REALIDAD NACIONAL

Después de regresar a Venezuela, por un tiempo muy corto y en el medio del declive de un proyecto creado para el Desarrollo Tecnológico (PRODETEC). Asumí las funciones como Coordinador de Forrajes en la Zona Sur del Lago de Maracaibo. Haber trabajado con sorgos forrajeros, la experiencia con leguminosas forrajeras, la absoluta convicción del potencial productivo del Eje Andino Panamericano y Sur del Lago de Maracaibo, me hacían confiar en poder contribuir con una transformación del piso de producción.

El Programa de Desarrollo Tecnológico estaba en las postrimerías, se disponía de una gran cantidad de información, la mayoría de los profesionales y técnicos, con justas razones, estaban desmotivados e inmersos en el sopor que surge de la inestabilidad laboral debido al finiquito anunciado del contrato.

Sin embargo, con el clima descrito y con la esperanza de acciones transformadoras, se pudo generar el primer diagnóstico participativo el cual involucró dos Coordinadores, más de 40 profesionales y técnicos y unos 490 productores quienes eran atendidos directamente por el programa en tres Unidades Técnicas Operativas: Coloncito, El Guayabo y Santa Bárbara.

Para ese entonces programé y dicté un curso sobre Estadística Aplicada a la Agropecuaria, para profesionales y técnicos, con la intensión de que esa herramienta fuera utilizada en función del procesamiento y análisis de la información acumulada, que aunque se había hecho parcialmente, para dar respuestas específicas del proyecto per sé, yo entendía que había mucha información y conocimiento que debía extraerse.
No mucho se logró con el curso, pero gracias a él, dos años más tardes se me invitó a formar parte de un equipo de profesores.

También para ese entonces tuve la oportunidad de interactuar con personas de la CVS y productores del Sur del Táchira, para dictarles un curso sobre sorgo granero y alertar sobre los riesgos de producir sorgo en diciembre debido a la influencia de los días cortos en la reducción de los rendimientos, los altos costos de producción afectados por un seguro y una prima de asistencia técnica y las altas estimaciones de rendimientos proyectados.

Las siguientes cuatro fotografías muestran sorgo sembrado en las planicies de explayamientos del Río Caparo, en el margen de Barinas (Punta de Piedra, La Hormiga, Nov-Dic 1991)
Contrario a lo aprendido anteriormente, en ese lugar pude observar cómo plantas sometidas a un enorme estrés hídrico, pudieron recuperarse y alcanzar rendimientos aceptables con una especie de compenzación en el crecimiento y desarrollo de las plantas.









Las siguientes fotos muestran una secuencia cronológica de las siembras de sorgo en las Sabanas del Socorro, Santa Bárbara de Barinas, Nov-Dic 1991).Debo señalar que el único sorgo económicamente rentable que se cosechó fue el que se sembró temprano a salidas de agua. Las diferencias entre las fotos corresponden a períodos de siembra que varían aproximadamente en 1 semana. Observe en la segunda foto, en el primer plano hay plantas que alcanzaron entre 30 y 50 cm de altura, y muestran panojas; esas plantas se sembraron al principio de la tercera semana de Diciembre. Las plantas que se sembraron después del 25 de diciembre no sobrevivieron.













El diagnóstico participativo fue socializado con profesores y estudiantes de la UNET, Oct. 1990, ya que los productores percibían un vacío sobre ofertas tecnológicas.

En el Vigía, Edo. Mérida, (1990) se realizó un reconocimiento de campo con la Empresa RIMARCA y el decanato de extensión de la UNET con la finalidad de evaluar la factibilidad técnica y económica para producir Guanábana para la exportación.

La actividad anterior generó la oportunidad de ofrecer una charla a estudiantes de post grado de Producción Vegetal de la UNET relacionada con fruticultura de exportación, la cual fue unida con un reconocimiento de campo para constatar y evaluar diferentes niveles de aplicaciones tecnológicas congruentes con el negocio de producir y exportar frutas, frescas, semi–procesadas o procesadas, Umuquena, La Guala, La Tendida, Edo. Táchira; El Vigía y alrededores, Edo. Mérida (1991).