viernes, 8 de mayo de 2009

Jugando a Ser Docente (II y III)

II.- RETOS EN EL ENTRENAMIENTO

Otras responsabilidades me fueron asignadas, tales como el entrenamiento de pasantes de agropecuaria: y uno muy importante, el entrenamiento de un profesional, que recuerdo que su nombre era Rafael Sánchez. Pero cada vez era mucho mayor mi participación en días de campo, dando conferencias de campo a estudiantes de agropecuaria del IUT de Portuguesa, participando en calibraciones de maquinaria y asesorías para la siembra de semillas en Lara, Falcón y Cojedes.

Para ese entonces, mi condición de Agrónomo Fitotecnista y la ausencia de un especialista en frutales en la Estación Portuguesa, me hacían blanco para prestar asistencia técnica a numerosas personas que demandaban asesoramiento en un amplio rango de frutas tropicales: mango, lechosa, aguacate, cítricos, entre otras.

III.- DE LA ENSEÑANZA-APRENDIZAJE AL APRENDIZAJE-APRENDIZAJE

Por ese entonces tuve una de las experiencias que delinearon y dejaron una huella profunda en mi formación profesional. Fuimos invitados para ofrecer una conferencia sobre sorgo y ajonjolí a los productores de Pueblo Nuevo, en la Península de Paraguaná en el estado Falcón.

El entusiasmo era justificado porque íbamos a encontrarnos con siglos de cultura en los cultivos de sorgo y ajonjolí; de hecho, los productores conservaban semillas cultivadas año, tras año, cuya historia provenía de los ancestros perdidas en los tiempos por siglos. Sorgos y ajonjolí traídos por los negros desde el Africa.

Con el mismo amor preparamos las conferencias y nos fuimos al encuentro. Hicimos un esfuerzo extraordinario para utilizar un lenguaje lo menos técnico posible. La convocatoria había sido un éxito; de los 90 productores que había en Pueblo Nuevo para ese entonces, habían asistido 54. Quienes no habían asistido estaban haciendo labores agrícolas.

Comenzamos con la conferencia de sorgo y realmente fue la única que pudimos presentar. En un momento, nos dimos cuenta que teníamos que hablar el mismo lenguaje para podernos entender. Fue entonces cuando con la mayor informalidad nos sentamos al borde de la tarima y proyectando las diapositivas entendíamos, por ejemplo, que “el chupón” para nosotros era la “mosca del ovario del sorgo”, y ellos comprendieron que el chupón era una mosquita, que el control era relativamente fácil, que sólo era posible controlarla cuando las flores estaban abiertas para ser receptivas, que si en un contaje de moscas no había un número de individuos que indicaran el Umbral Económico, no hacía falta hacer ningún control, y que si la plaga está localizada en zonas, es suficiente controlar las plagas en las zonas que estuvieran afectadas, y que las moscas se esparcen principalmente en la dirección del viento.

Nosotros aprendimos las técnicas que ellos utilizaban para seleccionar y guardar la semilla del año entrante, probamos el gusto de la semilla, unos sorgos de grano blanco, deliciosos.

Después, pasado el medio día fuimos a mirar en el campo las plantaciones de ese año, de las cuales ellos se sentían muy orgullosos. Realmente las plantaciones eran preciosas, las pocas hojas completas eran de un verde oscuro que expresaban una buena nutrición y sobre ese verde hermoso unas enormes panojas blancas, compactas, con granos grandes perlados, en los que la densidad de siembra permitían estimar rendimientos superiores a los 5.000 kg/ha.

Confieso que la visita a esa plantación me permitió entender en la práctica lo que significaba que el rendimiento de sorgo no se afectaría con un 40% de defoliación, determinando ese parámetro el indicador del umbral para controlar los defoliadores en los estados 4, 5 y 6, del ciclo del cultivo.

Bueno, Después de ese momento ya era hora de comer chivo guisado y arepas peladas.
El aprendizaje más profundo que se derivó de esta actividad fue el valorar con generosidad el conocimiento y las tecnologías ancestrales, los mismos conocimientos y tecnologías que había aprendido desde mi infancia, transmitidos a mi por mi padre y a él, por mi abuelo ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario